Su utilización es de sobra conocida en enfermos postrados, con el fin de facilitar la deposición de heces y orina. Es preciso no tener la cuña aplicada al enfermo mucho tiempo, ya que, al ser impermeable, impide la normal transpiración y un contacto demasiado prolongado puede producir irritación de la piel.
Este material es muy resistente a lejías y detergentes, a los golpes y desgarros, y solo se deforma a temperaturas muy superiores a la ambiental.
Utilizamos cookies para asegurar que se le proporcione la mejor experiencia en nuestro sitio web. Si usted continúa utilizando este sitio vamos a suponer que usted está de acuerdo.OkLeer más