“Los mayores han contribuido a la modernización de España”, según Purificación Causapié, directora General del IMSERSO
Me gustaría comenzar esta entrevista pidiéndole una valoración acerca de los objetivos que se ha marcado tras asumir la Dirección General del IMSERSO…
En líneas generales, mi intención se centra en mantener y reforzar el IMSERSO como una estructura líder en lo que se refiere a la aplicación de políticas dirigidas a las personas mayores y al fomento de iniciativas sociales. Este organismo tiene como reto fundamental la coordinación de la Ley de Dependencia pero, entre sus objetivos prioritarios, también se encuentra la implantación de políticas para promover el envejecimiento activo. De hecho, próximamente presentaremos el Libro Blanco sobre Envejecimiento Activo. En él, se recopilan una serie de recomendaciones para mejorar la calidad de vida del segmento senior.
Su trayectoria profesional se encuentra muy vinculada a la implantación de Ley de Dependencia y a la protección de las personas mayores. ¿Siente una vocación especial hacia estas cuestiones?
Siempre he trabajado en el desarrollo de políticas sociales dirigidas a luchar contra la discriminación y a garantizar la protección de los derechos de aquellos grupos que lo necesitan. Contribuir a la protección de los más desfavorecidos es algo que me interesa sobremanera en lo profesional y que, además, responde a una vocación personal. Mi vinculación con la Ley de Dependencia desde sus inicios, por ejemplo, es una cuestión que me resulta apasionante, ya que entiendo que su implantación reforzará nuestro Sistema de Bienestar.
¿Qué falta todavía por hacer para conseguir la consolidación total de esta Ley?
Desde que las Cortes aprobaran esta norma, hemos dado grandes pasos en su implantación y desarrollo que, recordemos, culminará en el año 2015. Todavía quedan algunos elementos por definir como, por ejemplo, la mejora del catálogo de prestaciones o la creación de nuevos servicios específicos para los colectivos que todavía no se han incorporado al Sistema –como los dependientes de Grado I–, pero estamos siguiendo el calendario marcado.
Gobierno y comunidades se han comprometido a acortar los plazos para dictaminar las prestaciones hasta los seis meses. Parece ser que, en algunas regiones, este proceso se dilataba hasta superar el año y medio…
Las Comunidades Autónomas avanzan a un ritmo muy desigual en cuanto al procedimiento y valoración de los Planes Individuales de Atención (PIA´s). Se trata de una fase del Sistema en la que confluyen multitud de elementos y que, además, ha requerido que se modifiquen textos normativos. Todo esto conlleva a que los tiempos hayan sido más dilatados de lo que hubiésemos deseado. Sin embargo, existe un acuerdo que se adoptó en el último Consejo Territorial en virtud del cual las comunidades autónomas se comprometen a limitar a seis meses el plazo que existe desde que el ciudadano solicita las ayudas hasta la resolución del PIA.
Conseguido esto, faltaría todavía acortar el tiempo que oscila desde que se dictamina el PIA hasta que el usuario empieza a disfrutar de sus prestaciones…
Esos plazos son algo más difíciles de controlar porque no aparecen recogidos en el Sistema de Información del SAAD. Los datos con los que contamos al respecto provienen de lo que nos transmiten las comunidades autónomas. No obstante, nuestra impresión es que no se trata de un tiempo excesivo y que, en definitiva, es el necesario que se requiere para resolver este tipo de cuestiones. Por ejemplo, una persona que se incorpora a un centro residencial necesita una serie de informaciones previas y de entrevistas para conocer su historia de vida. Esta situación también se repite en la asignación de los servicios de ayuda a domicilio, de los centros de día e, incluso, a la hora de conceder las prestaciones económicas al entorno familiar. Son plazos que, por lo general, no superan los 30 días pero, si se sobrepasa este tiempo, las personas dependientes tienen todo el derecho a reclamar –de hecho, deben hacerlo– el servicio que les han prescrito.
¿Cuál es su postura con relación al futuro del Sistema de Pensiones?
El gobierno ha abierto un debate necesario para consolidar la estabilidad de nuestro Sistema de Pensiones. Aunque las negociaciones se están realizando en un contexto tan sólido como es el que rodea al Pacto de Toledo, éstas se deben abordar con mucha calma. En cualquier caso, los resultados de esta reflexión tendrán que ser positivos para garantizar la calidad de vida de los ciudadanos que se jubilen.
¿En qué ha cambiado el perfil de los mayores durante los últimos años?
Las personas mayores constituyen un reflejo de cómo ha evolucionado la sociedad española. La imagen que predominaba antes acerca de este colectivo hacía alusión a un sujeto dependiente y con escasos conocimientos. Hoy, los mayores disponen de más recursos económicos y tienen un gran capacidad para moverse, participar en distintos actos, estudiar e, incluso, apuntarse a distintas actividades de voluntariado. Este segmento de la población, además, ha contribuido a que el país crezca, a consolidar la democracia y a la modernidad. Ahora, debemos trabajar para devolverles ese esfuerzo
Cada vez es mayor el número de personas de más de 65 años que gozan de una excelente calidad de vida…
Por eso, en el marco de su Programa de Vacaciones para mayores, el IMSERSO ha puesto a disposición de este grupo de población 1.200.000 plazas en la temporada 2009-2010. Una iniciativa que, además de favorecer el envejecimiento activo, es una importantísima fuente de creación de empleo. También promovemos el Programa de Termalismo Social que, en esta ocasión, ofrecerá 250.000 plazas para que los mayores puedan gozar de los beneficios saludables que ofrecen los balnearios.
En líneas generales, mi intención se centra en mantener y reforzar el IMSERSO como una estructura líder en lo que se refiere a la aplicación de políticas dirigidas a las personas mayores y al fomento de iniciativas sociales. Este organismo tiene como reto fundamental la coordinación de la Ley de Dependencia pero, entre sus objetivos prioritarios, también se encuentra la implantación de políticas para promover el envejecimiento activo. De hecho, próximamente presentaremos el Libro Blanco sobre Envejecimiento Activo. En él, se recopilan una serie de recomendaciones para mejorar la calidad de vida del segmento senior.
Su trayectoria profesional se encuentra muy vinculada a la implantación de Ley de Dependencia y a la protección de las personas mayores. ¿Siente una vocación especial hacia estas cuestiones?
Siempre he trabajado en el desarrollo de políticas sociales dirigidas a luchar contra la discriminación y a garantizar la protección de los derechos de aquellos grupos que lo necesitan. Contribuir a la protección de los más desfavorecidos es algo que me interesa sobremanera en lo profesional y que, además, responde a una vocación personal. Mi vinculación con la Ley de Dependencia desde sus inicios, por ejemplo, es una cuestión que me resulta apasionante, ya que entiendo que su implantación reforzará nuestro Sistema de Bienestar.
¿Qué falta todavía por hacer para conseguir la consolidación total de esta Ley?
Desde que las Cortes aprobaran esta norma, hemos dado grandes pasos en su implantación y desarrollo que, recordemos, culminará en el año 2015. Todavía quedan algunos elementos por definir como, por ejemplo, la mejora del catálogo de prestaciones o la creación de nuevos servicios específicos para los colectivos que todavía no se han incorporado al Sistema –como los dependientes de Grado I–, pero estamos siguiendo el calendario marcado.
Gobierno y comunidades se han comprometido a acortar los plazos para dictaminar las prestaciones hasta los seis meses. Parece ser que, en algunas regiones, este proceso se dilataba hasta superar el año y medio…
Las Comunidades Autónomas avanzan a un ritmo muy desigual en cuanto al procedimiento y valoración de los Planes Individuales de Atención (PIA´s). Se trata de una fase del Sistema en la que confluyen multitud de elementos y que, además, ha requerido que se modifiquen textos normativos. Todo esto conlleva a que los tiempos hayan sido más dilatados de lo que hubiésemos deseado. Sin embargo, existe un acuerdo que se adoptó en el último Consejo Territorial en virtud del cual las comunidades autónomas se comprometen a limitar a seis meses el plazo que existe desde que el ciudadano solicita las ayudas hasta la resolución del PIA.
Conseguido esto, faltaría todavía acortar el tiempo que oscila desde que se dictamina el PIA hasta que el usuario empieza a disfrutar de sus prestaciones…
Esos plazos son algo más difíciles de controlar porque no aparecen recogidos en el Sistema de Información del SAAD. Los datos con los que contamos al respecto provienen de lo que nos transmiten las comunidades autónomas. No obstante, nuestra impresión es que no se trata de un tiempo excesivo y que, en definitiva, es el necesario que se requiere para resolver este tipo de cuestiones. Por ejemplo, una persona que se incorpora a un centro residencial necesita una serie de informaciones previas y de entrevistas para conocer su historia de vida. Esta situación también se repite en la asignación de los servicios de ayuda a domicilio, de los centros de día e, incluso, a la hora de conceder las prestaciones económicas al entorno familiar. Son plazos que, por lo general, no superan los 30 días pero, si se sobrepasa este tiempo, las personas dependientes tienen todo el derecho a reclamar –de hecho, deben hacerlo– el servicio que les han prescrito.
¿Cuál es su postura con relación al futuro del Sistema de Pensiones?
El gobierno ha abierto un debate necesario para consolidar la estabilidad de nuestro Sistema de Pensiones. Aunque las negociaciones se están realizando en un contexto tan sólido como es el que rodea al Pacto de Toledo, éstas se deben abordar con mucha calma. En cualquier caso, los resultados de esta reflexión tendrán que ser positivos para garantizar la calidad de vida de los ciudadanos que se jubilen.
¿En qué ha cambiado el perfil de los mayores durante los últimos años?
Las personas mayores constituyen un reflejo de cómo ha evolucionado la sociedad española. La imagen que predominaba antes acerca de este colectivo hacía alusión a un sujeto dependiente y con escasos conocimientos. Hoy, los mayores disponen de más recursos económicos y tienen un gran capacidad para moverse, participar en distintos actos, estudiar e, incluso, apuntarse a distintas actividades de voluntariado. Este segmento de la población, además, ha contribuido a que el país crezca, a consolidar la democracia y a la modernidad. Ahora, debemos trabajar para devolverles ese esfuerzo
Cada vez es mayor el número de personas de más de 65 años que gozan de una excelente calidad de vida…
Por eso, en el marco de su Programa de Vacaciones para mayores, el IMSERSO ha puesto a disposición de este grupo de población 1.200.000 plazas en la temporada 2009-2010. Una iniciativa que, además de favorecer el envejecimiento activo, es una importantísima fuente de creación de empleo. También promovemos el Programa de Termalismo Social que, en esta ocasión, ofrecerá 250.000 plazas para que los mayores puedan gozar de los beneficios saludables que ofrecen los balnearios.